Poema de Agosto

Noches de luna y de sangre.

Ahí están mis amigos y yo estaré acaso.

En los muros del cementerio,

las caras son más pálidas que la cal.

Un ruido que llena todos los espacios nocturnos

y, después, millones de estrellas en el cielo

y unos pocos hombres menos, en la tierra.

Unos hombres a quienes todos abandonan, todos.

Hasta su misma sangre les deja…